John Eider
Polaridades
Toda conducta se compone de opuestos o polaridades. Si hago algo una y otra vez, más y más, aparecerá su polaridad.
Por ejemplo la lucha por embellecerse afea a una persona, y tratar de ser amable con demasiado esfuerzo es una forma de egoísmo.
Cualquier conducta decidirá con exceso su opuesto: la obsesión de vivir sugiere preocupación de morir. La verdadera sencillez no es fácil. ¿Hace mucho o poco tiempo desde que nos vimos? El jactancioso probablemente se siente pequeño e inseguro. El que quiere ser primero termina último.Sabiendo como funcionan las polaridades, el líder sabio no empuja para que las cosas ocurran, sino que permite que el proceso se despliegue por si mismo.
El líder enseña más por el ejemplo que predicando a los demás como deberían ser. El líder sabe que las constantes intervenciones bloquean el proceso del grupo. El líder no insiste para que las cosas salgan de una manera determinada. El líder sabio no busca ni mucho dinero ni mucha alabanza. Sin embargo, halla bastante de ambas.
Ser uno mismo
El líder sabio no hace despliegues de santidad ni otorga títulos de buena conducta. Ello crearía un clima de éxitos y fracasos . Lo cual origina competencia y envidias.Lo mismo ocurre al enfatizar el éxito material: Aquellos que tienen mucho se ponen codiciosos, y aquellos que tienen poco se hacen ladrones.
El líder sabio presta cuidadosa atención a toda conducta. Así el grupo se abre a más y más posibilidades de conducta. La gente aprende mucho cuando está abierta a todo y no solo a imaginar lo que agrada al maestro. El líder muestra que el estilo no es sustituto de la sustancia; que el conocimiento de algunos hechos no es más poderoso que la sabiduría sencilla; que crear una impresión no es más importante que actuar desde el centro de sí mismo.
Los alumnos aprenden que la acción efectiva surge del silencio y de una clara conciencia de existir. En lo cual hallan una fuente de paz. Descubren que una persona con los pies en la tierra hace lo que necesita hacer con mayor eficacia que la persona que solo está ocupada.
Igualdad de trato
La ley natural es ciega, es la justicia imparcial. Las consecuencias de la propia conducta son ineludibles. Ser humano no es excusa. El líder sabio no pretende proteger a la gente de si misma. La luz consciente brilla igual sobre lo agradable que sobre lo desagradable.La gente no está mejor que el resto de la creación. El mismo principio esencial de los seres humanos lo es igualmente de todo.Ni tampoco es una persona o un pueblo mejor que el resto de la humanidad. El mismo principio está en todas partes. Una persona vale tanto como otra. ¿Por qué jugar a los favoritos? Todo demuestra la ley. El hecho que Dios no sea una cosa no significa que sea nada. Se necesita un poco de humanidad.
Sabiéndolo, el líder no pretende ser especial. El líder no murmura de otros ni pierde su aliento discutiendo sobre los méritos de teorías opuestas.
El silencio es una gran fuente de fuerza.
Agua
El líder sabio es como el agua.Considera al agua: el agua limpia y refresca todas las criaturas sin distinción y sin juicio; el agua, libre y sin miedo, profundiza. Bajo la superficie de las cosas el agua es fluida y sensible; el agua sigue a la ley libremente.
Considera al líder: el líder trabaja en cualquier situación sin quejarse, con cualquiera persona o tema que se le presenta; el líder actúa de manera que todos se beneficien y sirve bien sin cuidarse del salario; el líder habla sencilla y honestamente e interviene para arrojar luz y crear armonía.
De mirar el movimiento del agua, el líder aprende, en la acción, el momento propicio lo es todo. Como el agua, el líder se somete. Porque el líder no empuja, el grupo no se resiente ni resiste.
Polaridades
Toda conducta se compone de opuestos o polaridades. Si hago algo una y otra vez, más y más, aparecerá su polaridad.
Por ejemplo la lucha por embellecerse afea a una persona, y tratar de ser amable con demasiado esfuerzo es una forma de egoísmo.
Cualquier conducta decidirá con exceso su opuesto: la obsesión de vivir sugiere preocupación de morir. La verdadera sencillez no es fácil. ¿Hace mucho o poco tiempo desde que nos vimos? El jactancioso probablemente se siente pequeño e inseguro. El que quiere ser primero termina último.Sabiendo como funcionan las polaridades, el líder sabio no empuja para que las cosas ocurran, sino que permite que el proceso se despliegue por si mismo.
El líder enseña más por el ejemplo que predicando a los demás como deberían ser. El líder sabe que las constantes intervenciones bloquean el proceso del grupo. El líder no insiste para que las cosas salgan de una manera determinada. El líder sabio no busca ni mucho dinero ni mucha alabanza. Sin embargo, halla bastante de ambas.
Ser uno mismo
El líder sabio no hace despliegues de santidad ni otorga títulos de buena conducta. Ello crearía un clima de éxitos y fracasos . Lo cual origina competencia y envidias.Lo mismo ocurre al enfatizar el éxito material: Aquellos que tienen mucho se ponen codiciosos, y aquellos que tienen poco se hacen ladrones.
El líder sabio presta cuidadosa atención a toda conducta. Así el grupo se abre a más y más posibilidades de conducta. La gente aprende mucho cuando está abierta a todo y no solo a imaginar lo que agrada al maestro. El líder muestra que el estilo no es sustituto de la sustancia; que el conocimiento de algunos hechos no es más poderoso que la sabiduría sencilla; que crear una impresión no es más importante que actuar desde el centro de sí mismo.
Los alumnos aprenden que la acción efectiva surge del silencio y de una clara conciencia de existir. En lo cual hallan una fuente de paz. Descubren que una persona con los pies en la tierra hace lo que necesita hacer con mayor eficacia que la persona que solo está ocupada.
Igualdad de trato
La ley natural es ciega, es la justicia imparcial. Las consecuencias de la propia conducta son ineludibles. Ser humano no es excusa. El líder sabio no pretende proteger a la gente de si misma. La luz consciente brilla igual sobre lo agradable que sobre lo desagradable.La gente no está mejor que el resto de la creación. El mismo principio esencial de los seres humanos lo es igualmente de todo.Ni tampoco es una persona o un pueblo mejor que el resto de la humanidad. El mismo principio está en todas partes. Una persona vale tanto como otra. ¿Por qué jugar a los favoritos? Todo demuestra la ley. El hecho que Dios no sea una cosa no significa que sea nada. Se necesita un poco de humanidad.
Sabiéndolo, el líder no pretende ser especial. El líder no murmura de otros ni pierde su aliento discutiendo sobre los méritos de teorías opuestas.
El silencio es una gran fuente de fuerza.
Agua
El líder sabio es como el agua.Considera al agua: el agua limpia y refresca todas las criaturas sin distinción y sin juicio; el agua, libre y sin miedo, profundiza. Bajo la superficie de las cosas el agua es fluida y sensible; el agua sigue a la ley libremente.
Considera al líder: el líder trabaja en cualquier situación sin quejarse, con cualquiera persona o tema que se le presenta; el líder actúa de manera que todos se beneficien y sirve bien sin cuidarse del salario; el líder habla sencilla y honestamente e interviene para arrojar luz y crear armonía.
De mirar el movimiento del agua, el líder aprende, en la acción, el momento propicio lo es todo. Como el agua, el líder se somete. Porque el líder no empuja, el grupo no se resiente ni resiste.
Un buen grupo
Un buen grupo es mejor que un grupo espectacular. Cuando los líderes se convierten en superestrellas, el maestro apaga su enseñanza.Son muy pocas las superestrellas que tienen sus pies en la tierra. La fama engendra fama, y a poco, las superestrellas se ven arrastradas por si mismas. Entonces se descentran y se destruyen.El líder sabio se instala a trabajar bien y luego deja que otros ocupen el sitio. El líder no arrebata éxitos por que no necesita fama.Un ego moderado demuestra sabiduría.
Liderato imparcial
¿Puedes meditar entre asuntos emocionales sin tomar partido ni escoger favoritos? ¿Puedes respirar libremente y permanecer relajado aun en presencia de apasionados temores y deseos? ¿Has aclarado tus propios conflictos? ¿Has limpiado tu propia casa?
¿Puedes ser amable con todos los bandos y dirigir al grupo sin dominarlo?
¿Puedes permanecer abierto y receptivo ante cualquier tema que surja?
¿Puedes mantener tu paz cuando has hallado la solución y los demás aun luchan por descubrirla?
Aprende a mandar como quien imparte un alimento.
Aprende a mandar sin ser posesivo.
Aprende a ayudar sin que se note.
Aprende a mandar sin restringir.
Todo esto lo puedes hacer si permaneces imparcial, lúcido y con tus pies en la tierra.
Esto contra aquello
No pierdas de vista el principio único: Como funcionan todas las cosas. Cuando se pierde este principio y falla el método de la meditación acerca de un proceso, el grupo se hunde en discusiones intelectuales sobre lo que podría haber ocurrido, sobre lo que debía haber ocurrido, sobre lo que tal o cual técnica podría haber hecho. Pronto el grupo se peleará y se deprimirá.
Una vez que abandonas el camino de la conciencia simple entras en el laberinto de las agudezas, de las competencias, y de las imitaciones. Cuando una persona olvida que la creación es una unidad, la lealtad se dispersa hacia todos secundarios como la familia, la aldea, o la empresa. Nacionalismos, racismos, clasismos, sexismos: todos surgen cuando se pierde la conciencia de la unidad. La gente toma partido y favorece a este contra aquel.
Fuente: http://www.weblioteca.com.ar